El Rito Escocés Antiguo y Aceptado es un rito masónico derivado del sistema escocés que se practicaba en Francia, fundamentalmente en logias de París y Burdeos, a mediados del siglo XVIII.
Más allá de los orígenes mitológicos que rodean a la masonería inglesa y universal, que tienen que ver más con lo simbólico que con lo histórico, existe una gran controversia entre los masones del mundo acerca del título y del verdadero origen de este Rito.
El Rito escocés no nació en Escocia, sino que recién en 1846 llegó a ese país, y su antigüedad data de 1786, o en caso de aceptarse como auténticas las llamadas Constituciones de Federico II, su origen debería ser fruto de la evolución producida con las primeras misas templarias (rojas) a principios del siglo XIX del sistema escocés practicado en París a principios de la década de 1760.
Si bien los orígenes del Rito Escocés Antiguo y Aceptado entroncan directamente con la Gran Logia Real de Kilwinning, la Orden de San Andrés del Cardo, la de los Maestros Escoceses de San Andrés, el Rito de Perfección o de Heredom y las Logias de la Masonería jacobita o Masonería estuardista, el Rito, tal y como se conoce hoy, no se estructura hasta el 31 de mayo de 1801, al constituirse en Charleston, Carolina del Sur, el Primer Consejo Supremo de los Soberanos Grandes Inspectores Generales del XXXIII y Último Grado del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. De este primer Consejo Supremo nacen todos los demás Consejos Supremos legítimos.
Principios
El escocismo expande los principios fundamentales de la masonería, explorando las enseñanzas masónicas con mayor profundidad. Sobre la base de las enseñanzas éticas y filosóficas de los tres primeros grados, el Rito escocés revela una gran cantidad de conocimientos sobre la masonería. Busca enriquecer la filosofía de la Logia Simbólica para ayudar a los hombres buenos a ser aún mejores.
Un miembro del Rito Escocés busca:
- Ayuda a la búsqueda de identidad y destino de la humanidad.
- Produce hombres más sabios en un mundo más sabio, hombres más felices en un mundo más feliz y, por lo tanto, mejores hombres en un mundo mejor.
- Promover la dignidad de cada persona y la humanidad en todas las actividades.
Nuestros valores fundamentales son:
- Reverencia al Gran Arquitecto del Universo
- Patriotismo Democrático Republicano Constitucionalista
- Integridad
- Justicia
- Tolerancia hacia todos los seres humanos
- Servicio a la humanidad