¡Bienvenidos!
La mayoría de ustedes probablemente han oído sobre la Masonería, sobre ella circulan muchos mitos y algunas verdades.
Que la Masonería es una sociedad secreta, es un mito. Que la Masonería aspira a la construcción de una sociedad más justa y equitativa a través del desarrollo individual de cada uno de sus integrantes, es una verdad.
Para lograr ese desarrollo la Masonería del Rito Escocés Antiguo y Aceptado en el Uruguay está compuesta por dos ramas: la Gran Logia de la Masonería del Uruguay y el Supremo Consejo del Grado 33º y Último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para la República Oriental del Uruguay, comunmente llamamos a la primera Simbolismo y a la segunda Escocismo.
Cada una, con sus autoridades, pero ambas estimulando el estudio, la tolerancia y el libre pensamiento. El camino inicia en el Simbolismo recorriendo los tres primeros grados: Aprendiz, Compañero y Maestro, para luego continuar su desarrollo en el Escocismo desde el 4º al 33º.
Al no ser una sociedad secreta, pero si una Orden Iniciática discreta; se vela por resaguardar el rito y las ceremonias porque estas son las herramientas que tiene el Iniciado masón en su formación, que es personal e intransferible, donde no debemos revelar la condición de masón de cualquier persona viva, pero si cualquier masón, puede darse a conocer como tal si lo desea. La Masonería es un camino de autoconocimiento, deconstrucción y reconstrucción del individuo en el que la rama Escocista forma hombres Iniciados, con valores morales, sociales y espirituales que serán volcados en el entorno al que pertenecen y por ende a la sociedad toda. Los invito a conocernos y verán que en la rica historia de nuestro país, hubo, hay y habrá masones protagonistas, de cualquier signo político, ideología, religión, nivel social y cultural. NOS UNE HACER EL BIEN A LOS DEMÁS mediante obras de beneficencia, fieles a la discreción hacemos nuestras las palabras “No dejes que tu mano izquierda sepa lo que hace la derecha” (Evangelio de San Mateo, capítulo 6, versículo 3).
Nos importa que nos conozcan, la Masonería es una sociedad de puertas abiertas, el único poder oculto es el de aquel que intenta arrojar sombras sobre este camino para provecho propio desde el desconocimiento y la ignorancia.
Cada uno de nosotros esta intentando crecer para ser mejores hijos, hermanos, padres y amigos, en ello estaremos abocados hasta el último día, con perseverancia, comprensión y sobre todo Amor, que es el camino que elegimos con la más absoluta libertad y eso es lo que queremos compartir
Sergio Lapente Coltellacci, 33º
Soberano Gran Comendador